sábado, 26 de marzo de 2011

Nos debemos una charla desde hace más de un mes. Pero no una charla a través de algún medio tecnológico, sino cara a cara. No me olvido que solo vos pudiste calmarme cuando estaba tan sola entre tanto dolor, que me abrazaste y no me preguntaste nada. Que me hiciste reír con tus peleas y tu indiferencia frustrada que terminaba en una sonrisa cómplice. Que me dejaste feliz de la vida al saber que existía un ser que pensaba cosas tan sensatas y que juntaba porquerías en su pieza para hacer de toda esa "basura" algo bueno. 
¿ Cómo hago para explicarte que te quedaste grabado en mi cabeza de una forma inexplicablemente especial ? Que no se malentienda eh, todo en su lugar, donde corresponde. Sólo me encantaría -cual nena de cinco años- que seamos buenos amigos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario