Estuve tan a atenta a que nada sucediera que cuando me dormí perdí la voz casi sin aviso previo. Hay que soportar las atrocidades del viento para darse cuenta (para darte cuenta) cuál es la realidad de las cosas, cuál es el camino a seguir (supuestamente). Quién iba a decir que el simple hecho de cambiar por completo mi vida de un día para el otro iba a hacer que los martes se transformen en el mejor día de la semana, el más esperado, el más divertido. Mil personas aparecen de repente y me traen tu fantasma, porque miro y ya no estás, ya no estamos. Pensar que alguna vez creí que era prácticamente imposible que la mente me separara del ideal de crecer juntos, pero ahora todo es distinto...cambiamos y no lo supimos entender.
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