No mencioné el detalle de que seguido a ese sueño hermoso tuve la peor pesadilla que me despertó dejándome sobresaltada y con un sabor amargo.
Pesadilla horrible de noche que se convirtió en realidad de día.-
martes, 31 de julio de 2018
Sueño
Tuve un sueño hermoso (como hace tiempo no tenía) en el que nos conocíamos de a poco, nos mirábamos con ganas. Tuve un sueño hermoso en el que me abrazabas, yo sentía tus manos recorrerme y tus ojos mirarme acompañados de una sonrisa cómplice. Un sueño hermoso en el que acariciaba tu pelo y me acurrucaba en vos bajo el calor de las frazadas.-
Me desperté y lo primero que leí fue:
"A veces es difícil entender
que para llegar a un lado,
hay que irse de otro".
lunes, 30 de julio de 2018
miércoles, 25 de julio de 2018
Sombra
No sé me ocurrió mejor idea que enamorarme perdidamente de tu sombra. Era, prácticamente, igual a vos. No me percaté del pequeño detalle de que iba a seguir tus pasos, contrarios a los míos.
martes, 24 de julio de 2018
Más luz
Pareciera que hay luz allá afuera. Acá adentro hay solo una pequeña llama que sostiene todo un ecosistema. Pero no me conforma.-
lunes, 23 de julio de 2018
viernes, 20 de julio de 2018
lunes, 16 de julio de 2018
Falta
Me faltaste la noche que te lloré
y la otra
y la que le siguió.
Me faltaste el día que esperé
durante doce años
y las dos semanas anteriores.
Me faltaste en mi cumpleaños,
cuando quisiste festejarlo
sin mi.
Me faltaste en esas vacaciones
que nunca tuvimos.
Me faltaste, también, en las otras
que tuvimos juntas pero
te olvidaste de mirarme.
Me faltaste en las miradas no correspondidas,
en los silencios que no quisimos,
en los mensajes que no contestaste.
Me faltaste la tarde en que me dijiste
que no me querías
lo suficiente.
Y quizás por eso me acostumbré
a que no estés,
pero aún sigo sintiendo
que me hacés falta.
y la otra
y la que le siguió.
Me faltaste el día que esperé
durante doce años
y las dos semanas anteriores.
Me faltaste en mi cumpleaños,
cuando quisiste festejarlo
sin mi.
Me faltaste en esas vacaciones
que nunca tuvimos.
Me faltaste, también, en las otras
que tuvimos juntas pero
te olvidaste de mirarme.
Me faltaste en las miradas no correspondidas,
en los silencios que no quisimos,
en los mensajes que no contestaste.
Me faltaste la tarde en que me dijiste
que no me querías
lo suficiente.
Y quizás por eso me acostumbré
a que no estés,
pero aún sigo sintiendo
que me hacés falta.
Me duele todo el cuerpo desde que no me quieres, amor
Me duele todo el cuerpo
desde que no me quitas la ropa,
amor.
Ando por andar,
desde que tus ojos no me invitan a conocer la ciudad
me pesan más las piernas
que las palabras,
y lo que antes era un baile con las hojas
sobre tus pies
ahora es un árbol desnudo
sin marcas de amor en la corteza,
como tu corazón
sin la huella de mi nombre.
Miro por mirar,
acostumbrada a tu cara
la luz del sol ahora me hace daño:
la ceguera debe ser algo parecido
a no verte.
Ya no busco deseos con la mirada,
ya sabes lo que dicen de las estrellas fugaces:
es en el momento en el que te giras a verlas
cuando desaparecen
y sólo quedan polvos
de su rastro.
Eso me pasó contigo:
estuve tan ocupada buscándote
que cuando te tuve delante,
no te vi,
y ahora tengo los ojos
llenos de arena
y de tiempo.
Duermo por dormir,
porque el café ya no me sabe a tardes contigo,
porque dormida es el único momento del día
en el que no te pienso
conscientemente,
porque lo llaman insomnio
en vez de llamarlo pensar en ti,
porque mi cama
ahora es otro lugar más
en el que no voy a encontrarte,
porque con los ojos cerrados
los días respiran más rápido
y necesito soñar
para seguir dormida.
Recuerdo por recordar,
porque algo tengo que hacer contigo
ahora que no estás,
y en ese combate
de mi corazón contra tu fantasma
siempre me dejo vencer por la memoria.
La primavera
me tira flores a la ventana
que cuentan que ahí afuera
se multiplican las piernas por los ojos,
pero siempre me dijeron
que los recuerdos se conservan mejor en el frío,
así que acuno
la parte de mi memoria que conquistaste
y le quito la ropa:
cuando el recuerdo
es lo único que te queda de alguien,
la amnesia pasa a un segundo plano.
Escribo por escribir,
porque de algo tengo que alimentarme
si no andas cerca,
porque es la única forma que tengo
de hablar contigo sobre ti,
porque sólo así puedo tocarte,
besarte,
(re)tenerte,
pedirte que vuelvas
y hacerte el amor
hasta que se me acabe la tinta.
Quiero por querer,
porque el amor que me queda por dar
son los restos que tú dejaste,
porque de algún modo tengo que olvidarte
recordándote en otro nombre,
porque es la única manera de dejarte ir
y que sigas aquí,
porque el amor sin tí
es una carta sin destinatario
y se me acumulan los sobres en el descansillo.
Me duele todo el cuerpo
desde que no me quieres,
amor.
Elvira Sastre, "Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo"
Día (casi) perfecto
Mañana: ensayo, risas, recuerdos, una lágrima, música nuestra, pasos en falso que hacen reír.
Mediodía: amigos, asado, birra, un poco de sol entre tanto frío, mates, carcajadas, cabildo 500, más música.
Noche: asado por partida doble, sillón, abrazos, arte abstracto, enriedos, libros y películas.
Todo era perfecto, nada estaba mal. Pero sin embargo por momentos te extrañé, a vos y a él (que estaría feliz de comerse todos los huesos). Las miradas cómplices, un beso, los momentos separadas, los abrazos de a ratitos y dormirnos juntas cuando todos se hayan ido.
Ya no sé qué extraño, ya no sé para dónde voy. Sólo sé que te miro y me dan ganas de mil cosas. Te veo ahí, en todos los lugares que decidiste irte.
Mediodía: amigos, asado, birra, un poco de sol entre tanto frío, mates, carcajadas, cabildo 500, más música.
Noche: asado por partida doble, sillón, abrazos, arte abstracto, enriedos, libros y películas.
Todo era perfecto, nada estaba mal. Pero sin embargo por momentos te extrañé, a vos y a él (que estaría feliz de comerse todos los huesos). Las miradas cómplices, un beso, los momentos separadas, los abrazos de a ratitos y dormirnos juntas cuando todos se hayan ido.
Ya no sé qué extraño, ya no sé para dónde voy. Sólo sé que te miro y me dan ganas de mil cosas. Te veo ahí, en todos los lugares que decidiste irte.
jueves, 12 de julio de 2018
Gusto
Me pinté, me puse linda
-lo más que pude-,
me puse los aros circulares
y me peiné.
Quizá así
te puedo gustar más,
eligiendo mi propio camino.
Y estoy segura
que me vas gustar
muchísimo más
si vos elegís el tuyo.
-lo más que pude-,
me puse los aros circulares
y me peiné.
Quizá así
te puedo gustar más,
eligiendo mi propio camino.
Y estoy segura
que me vas gustar
muchísimo más
si vos elegís el tuyo.
lunes, 9 de julio de 2018
Asilo
Pediste una noche de asilo
y yo te la quise regalar.
Ya no sé si lo hago por mí
o por esa manía que tengo
de querer verte
con los ojos cerrados
y acariciarte el pelo.
y yo te la quise regalar.
Ya no sé si lo hago por mí
o por esa manía que tengo
de querer verte
con los ojos cerrados
y acariciarte el pelo.
viernes, 6 de julio de 2018
Retro
Ese momento retro antes de dormir, en el que el tiempo se detiene. Pero no. No te confundas, todo sigue.-
jueves, 5 de julio de 2018
Felicidad
A veces -y digo sólo a veces para no generalizar- la felicidad está ligada a arriesgar. Implica exponerse a que las cosas salgan, bien o mal, pero que salgan...generarlas, producirlas y hasta a veces empujarlas.
La felicidad es esa adrenalina que se produce antes de dar el salto.
La felicidad es esa adrenalina que se produce antes de dar el salto.
miércoles, 4 de julio de 2018
martes, 3 de julio de 2018
lunes, 2 de julio de 2018
Séver la
Todo estaba al revés. No mal, pero al revés.
Se durmió en un colchón que casi le llegaba a la rodilla, soñó que estaba ahí. La realidad era un sueño; estaba ella durmiendo en un colchón muy alto, hacía calor. La despertaron a besos sin consenso a las ocho menos diez.
A las nueve se fue a su casa.
A las diez se durmió una siesta, se sumergió profundamente en el sueño, desconectó los datos del celular.
A la una menos diez su hermano la llamaba por teléfono, atiende dormida y nadie contesta del otro lado. La vuelve a llamar, lo ignora.
A la una y veinte, después de posponer varias veces el despertador y las llamadas incansables, se despierta. Se levanta, activa los datos del celular y encuentra un mensaje de las diez y veinte de la mañana:
-Querés ir al teatro el domingo?
Ella sonrió.
-
Volver a volar y crear historias, dejarme llevar.
"La mente es como un paracaídas, funciona mejor cuando está abierta."
Se durmió en un colchón que casi le llegaba a la rodilla, soñó que estaba ahí. La realidad era un sueño; estaba ella durmiendo en un colchón muy alto, hacía calor. La despertaron a besos sin consenso a las ocho menos diez.
A las nueve se fue a su casa.
A las diez se durmió una siesta, se sumergió profundamente en el sueño, desconectó los datos del celular.
A la una menos diez su hermano la llamaba por teléfono, atiende dormida y nadie contesta del otro lado. La vuelve a llamar, lo ignora.
A la una y veinte, después de posponer varias veces el despertador y las llamadas incansables, se despierta. Se levanta, activa los datos del celular y encuentra un mensaje de las diez y veinte de la mañana:
-Querés ir al teatro el domingo?
Ella sonrió.
-
Volver a volar y crear historias, dejarme llevar.
"La mente es como un paracaídas, funciona mejor cuando está abierta."
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