domingo, 19 de septiembre de 2010

Enfermedad

Una vez cada quince días no me suena a enfermedad, pero sin embargo así lo estoy, enferma. Enferma. 
Melancolía del pasado que no vuelve y miedo por el que se te viene demasiado encima. Cerrar los ojos parece un sueño, cuando logres cerrarlos te despertarás. Cada uno toma su camino, elige a los suyos y se especializa en la materia. Vos llegas un poco tarde pero no te molesta porque te gusta lo que haces. 
La felicidad amenaza con volver, pero resulta ser una falsa alarma. Dormirse los domingos con una pastilla de por medio ya se esta volviendo costumbre. Cada vez más sola.

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