Mantas y frazadas por sobre nosotros.
Afuera llueve.
Afuera llueve.
Entre medio, un vidrio empañado.
El aire caliente invade la habitación,
la taza de té sobre la mesa de luz.
Sólo el sonido de la lluvia golpeando el vidrio.
Nuestras narices enfrentadas,
Sólo el sonido de la lluvia golpeando el vidrio.
Nuestras narices enfrentadas,
nuestros ojos cerrados esperando algo más.
Sentir que el tiempo se detiene,
y el mundo ya no importa tanto.
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