Eterno retorno a la mente del hombre, pensamientos que giran y vuelven, hacen que te comas tus propias palabras y éstas se vuelvan en contra tuyo en algún momento, o nunca. Sin ninguna explicación de por medio -o demasiadas- existen unas ganas internas de explorar y ser, ir más allá. Esa música que insita a observar y querer sentir el viento en la cara, aprender por el simple hecho de entender, sobrevivir. Y, finalmente, compartir todo este mundo que resulta ser uno mismo lleno de tanto y tan lleno de nada, profundo, curioso, humano.
"...Y también sé que lo importante no es necesariamente ser fuerte, sino sentirse fuerte..."
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