Días como hoy...

Días como hoy en los que las lombrices se meten por debajo de las puertas, en los que hay una torta que nadie puede comer hasta que lleguen todos o en los que se me hace más fácil victimizarme ante cualquier contratiempo, con la excusa de que hoy no tengo absolutamente ningún motivo para festejar ni felicitar a nadie. Que alguien te siga la corriente es otra cosa, porque ya se conocen tu discurso de cada año, es inevitable asentir con la cabeza sin decir nada y a la vez dejar que todo siga su curso. Un día como hoy en el que las lombrices se meten por debajo de las puertas supongo que estarás en algún lugar del laberinto de la manzana preguntándote porqué vos estás ahí y yo estoy acá. Porqué estamos tan lejos y no decimos nada, porqué seguimos nuestras vidas como si nada queriendo creer el  otro nunca existió.