martes, 27 de junio de 2017

Filosofía

El desafío fue siempre el mismo, sólo que no tenía nombre. "Pasar de la filosofía del todo a la filosofía de lo necesario." Y así parece que todo cierra, unas simples palabras que lo nombran, lo describen y todo tiene sentido. 
La mente está encontrando el modo, el correcto. Quiere dejar de ahogarse en lo malo sin que lo sea necesariamente.
Pero por momentos el cuerpo no lo entiende o no puede llevarlo a cabo. Se manifiesta ese pasado que todavía es presente en forma de temblequeo y acelere. Pero está intentando llevar esa filosofía (la de lo necesario) a largo plazo...

Esa brecha que había entre la razón y el sentimiento se hace cada vez más chica...

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