La mente está encontrando el modo, el correcto. Quiere dejar de ahogarse en lo malo sin que lo sea necesariamente.
Pero por momentos el cuerpo no lo entiende o no puede llevarlo a cabo. Se manifiesta ese pasado que todavía es presente en forma de temblequeo y acelere. Pero está intentando llevar esa filosofía (la de lo necesario) a largo plazo...
Esa brecha que había entre la razón y el sentimiento se hace cada vez más chica...
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