Se hacen los valientes,
te miran de costado...
Si supieran toda la magia
que tenés adentro.
Esa chispa que te hace,
única.
Ni yo lo sé.
Porque cuando te conocí
ya estabas
perdida.
Y aún así me perdí,
en esos ojos y tu
sonrisa torcida.
Me volví una
desconocida.
Te evité tanto que ahora no puedo soltarte, dejar de mirarte -en mi mente, en la luna, en las fotos, los recuerdos-. Tanto tiempo sin aceptar lo inaceptable.
Y ahora nos encontramos
encontrándonos,
separándonos,
queriéndonos,
solas
y acompañadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario