No te sorprendas si te digo que confío en que el mundo se puede transformar en algo perfecto -perfecto para mi-. No te enojes si te cuento que soñé con cosas impensables y, aún despierta y sin verlo, digo que es algo hermoso. No me creas loca por crear cosas irreales dentro de mi mente o el colectivo, sabes que soy así, me elegiste así. Así de soñadora y en el aire, con los pies bien enterrados en una nube ilógica. No te enojes si sonrío con una ilusión y un apretón de manos, quizás nunca lo entiendas, pero es algo muy especial para mi. Viví conmigo no en contra de mi, no es difícil. Mirémonos a los ojos y entendamos que
esto no es nada, que podemos
con todo. Y que cada uno de nosotros tiene mil diferencias con el de al lado, eso no hace que el mundo sea imperfecto, lo que marca la diferencia es mirarlo, así de diferente, y seguir sonriendo.
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Maestro esperame, porque voy a llegar...
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