Ya sabía que esto iba a pasar, quizás por eso no me sorprende. Muy en el fondo lo sabía pero me encantaba la idea de que funcione, era como un desafío. No podemos negarlo... combinábamos muy bien, hacíamos un buen equipo.
Ahora me duele el silencio de la casa. Aunque ya estaba así hace tiempo ahora parece ser algo permanente, se filtra entre las cañerías, en lo profundo de las grietas de la pared que nunca se arreglaron, en la baldosa de la entrada.
Aunque ya lo sabía, no puedo creer que no haya funcionado.